Ecografia
La ecografía es una técnica diagnóstica de vital importancia en la medicina veterinaria, siendo una especialidad en el sector clasificada dentro del diagnóstico por imagen, cuyo fin es la evaluación de los tejidos blandos de los animales.
Esta prueba utiliza ondas sonoras de alta frecuencia, en concreto, frecuencias superiores a la audible, de tal manera que capacita al monitor de reproducir la zona corporal que está siendo explorada por el profesional veterinario.
Las imágenes ecográficas que se captan, corresponden al aspecto macroscópico de cortes anatómicos concretos, por lo que la suma de los cortes orienta sobre el tamaño, la estructura y la forma del órgano a explorar.
Según la composición de la imagen que se obtenga con el ecógrafo se podrán distinguir tres patrones ecográficos:
- Hiperecoico/hiperecógeno: apreciado con una tonalidad blanca correspondiente con una elevada reflexión de los tejidos, como por ejemplo el hueso.
- Hipoecoico/hipoecógeno: cuyo nivel de reflexión es medio y se plasma con un color gris, como por ejemplo en tejidos blandos.
- Anecoico/anecógeno: presenta cuando no existe reflexión de los tejidos, como en el caso de los lípidos, caracterizado por un color negro.
Ventajas de la ecografía:
Esta técnica por imagen tiene vital importancia debida a las ventajas que tiene frente a otras pruebas diagnósticas, tales como la radiografía o el TAC, las cuales hacen que cada vez se esté implantando con más frecuencia en los protocolos diagnósticos de distintas clínicas veterinarias.
La ecografía es una prueba sencilla y no invasiva, lo que hace que, en la mayoría de los casos, no sea necesaria la sedación del animal para su realización.
Por otro lado, es capaz de proporcionar a los veterinarios imágenes en movimiento de las estructuras que estudia, pudiendo diferenciar distintos tipos de tejidos. A su vez, puede combinarse con otras prácticas incluidas en diferentes pruebas diagnósticas, como el uso de contraste o punciones ecoguiadas, para una mayor precisión en la determinación de las alteraciones presentes en el animal.
A diferencia con otras técnicas diagnósticas, la ecografía no emite radiaciones ionizantes que puedan producir efectos biológicos adversos que puedan poner en peligro la vida del animal.
De cara a los dueños de los pacientes que acuden a la clínica, la ecografía es una técnica segura, tanto para el animal como para los operarios que la realizan.
No obstante, es importante que el profesional veterinario se familiarice con la técnica, tanto para realizar la práctica en su propia clínica como para la interpretación de los resultados, para elaborar un diagnóstico exacto y preciso.
La ecografía es una disciplina presente en la actualidad en una gran proporción de clínicas veterinarias gracias a su seguridad y fácil aplicación al paciente, obteniendo información adicional de manera más clara y concisa que otras pruebas diagnósticas, permitiendo establecer diagnósticos precisos y realizar controles y seguimientos a pacientes en tratamiento.
